Las acciones de ese tipo violan el derecho a la privacidad conforme a lo establecido en las resoluciones 68/167 y 69/166 de la Asamblea General de las Naciones Unidas”.
El vicecanciller argentino, Eduardo Zuain, convocó al embajador Freeman para que explicara por el supuesto espionaje británico practicado ante la “creciente presión internacional para resolver la disputa de soberanía sobre las Malvinas”, explica un comunicado de la Cancillería argentina.
Según esta nota, el vicecanciller ha recordado al representante británico que las “acciones de ese tipo violan el derecho a la privacidad conforme a lo establecido en las resoluciones 68/167 y 69/166 de la Asamblea General de las Naciones Unidas”.
Estas resoluciones, ha continuado, destacan que “la vigilancia y la interceptación ilícitas o arbitrarias de las comunicaciones, así como la recopilación ilícita o arbitraria de datos personales, al constituir actos de intrusión grave, violan los derechos a la privacidad y a la libertad de expresión y pueden ser contrarios a los preceptos de una sociedad democrática”.

Frente al armamentismo británico, la Argentina sostiene que sólo el diálogo y la negociación deben primar para poner fin a esta situación colonial anacrónica que lleva más de 182 años, mediante la aplicación de la resolución 2065, y siguientes, de las Naciones Unidas”.
El pasado 2 de abril, la revista digital The Intercept filtró nuevos documentos que desvelaban las operaciones de espionaje del Reino Unido a Argentina durante años, con la colaboración de Estados Unidos y con el objetivo de mantener su control sobre las islas Malvinas.
Estos documentos, filtrados por el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés), Edward Snowden, datan de entre los años 2006 y 2011, durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner, e informan de actos de espionaje de Londres a distintos líderes y jefes militares argentinos para conocer los planes y objetivos del país en relación a la disputa de soberanía por las islas Malvinas.
Esos espionajes, según se ha declarado, han tenido como meta correos, presentaciones y comunicados internos, e incluso operaciones encubiertas en redes sociales, intervención de comunicaciones militares y de seguridad.
Argentina expresa su “malestar” por gastos militares británicos en las Malvinas
Por otro lado, el diplomático argentino ha comunicado el “malestar” de su respectivo Gobierno por las declaraciones del secretario de Defensa del Reino Unido, Michael Fallon, ante el Parlamento Británico, cuando anunció el incremento del gasto militar en las Malvinas y la introducción de nuevo equipamiento bélico, “alegando una supuesta e inverosímil ‘amenaza’ argentina”.
“Frente al armamentismo británico, la Argentina sostiene que sólo el diálogo y la negociación deben primar para poner fin a esta situación colonial anacrónica que lleva más de 182 años, mediante la aplicación de la resolución 2065, y siguientes, de las Naciones Unidas”, ha afirmado Zuain.
Buenos Aires denuncia exploración británica en plataforma continental argentina
La convocatoria del Gobierno argentino ha tenido lugar en la misma jornada que el Gobierno de Londres ha anunciado su convocatoria a la embajadora argentina, Alicia Castro, en protesta por la última escalada entre los dos Estados sobre la soberanía de las Malvinas y la supuesta amenaza argentina de enjuiciar a empresas de energía británica que operen en la zona.

“El vicecanciller rechazó los argumentos esgrimidos por el subsecretario Fraser de la cancillería británica ante nuestra embajadora, Alicia Castro, respecto de las declaraciones oficiales referidas a la creciente militarización de las Malvinas y la exploración ilegal de hidrocarburos”, destaca la nota.
A este respecto, Zuain ha expresado al embajador británico la decisión de Buenos Aires para presentar, en la misma jornada, una denuncia penal contra las empresas que realizan actividades de exploración de hidrocarburos en la plataforma continental argentina.
Premier Oil Plc y Falkland Oil and Gas Ltd informaron la semana pasada que habían hecho un descubrimiento de hidrocarburos en un pozo en las islas del Atlántico Sur.
En tanto, la presidenta argentina, Cristina Fernández, consideró ese anuncio como una provocación, al tiempo que funcionarios de su Gobierno advirtieron de que planean acciones legales contra las empresas petroleras que operen cerca de las islas.
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