Agentes policiales usaron elementos químicos para dispersar una manifestación de familiares de las víctimas de la masacre de Senkata, ocurrida en noviembre del pasado año, durante las protestas contra el golpe de Estado al presidente boliviano Evo Morales.
Los familiares de los muertos y heridos de la masacre de Senkata se concentraron en una sede social de la zona, donde se tenía prevista la instalación de una sesión del Senado en homenaje al aniversario de El Alto, y empezaron a gritar “asesino” al senador Óscar Ortiz, una figura clave en aquellos sucesos.
Esto interrumpió la sesión legislativa y la policía reprimió fuertemente a los manifestantes con gases lacrimógenos que afectaron incluso a los niños de una escuela cercana.
Lamentamos lo acontecido hoy en El Alto, el dolor de las familias que perdieron un ser amado debe ser respetado. Hacemos un llamado para que los políticos respeten el dolor de nuestro pueblo dejando provocaciones que amenazan la paz y unidad de los bolivianos.#SenkataNoSeOlvida pic.twitter.com/JblZMCH0F8
— David Choquehuanca (@LaramaDavid) March 5, 2020
El candidato a la vicepresidencia de Bolivia por el Movimiento al Socialismo (MAS), David Choquehuanca, lamentó a través de Twitter la actuación policial. “El dolor de las familias que perdieron un ser amado debe ser respetado. Hacemos un llamado para que los políticos respeten el dolor de nuestro pueblo dejando provocaciones que amenazan la paz y unidad de los bolivianos”, escribió.
A su vez, el expresidente Morales también usó la misma red social para condenar la represión policial. “Condenamos la represión brutal del gobierno de facto contra mis hermanos de El Alto que hoy reclamaban justicia, recordando la Masacre de Senkata. Los golpistas no respetaron a mujeres ni a niños y los gasificaron. En Bolivia se siguen violando los DD.HH.”, reclamó Morales, desde su asilo en Argentina.
En Bolivia, tras la renuncia de Morales el pasado 10 de noviembre, la senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta interina del país, lo que provocó protestas masivas de los partidarios de Morales y una brutal represión policial.
El pasado 19 de noviembre hubo amplias manifestaciones alrededores de la planta de Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ubicada en Senkata. La Policía y el Ejército la emprendieron contra los manifestantes y el enfrentamiento dejó 10 fallecidos, 65 heridos y decenas de detenidos.
Además, el pasado 15 de noviembre murieron al menos nueve personas en medio de un operativo de las fuerzas de seguridad. Los uniformados atacaron a miles de campesinos de la región de Chapare que caminaban en dirección a La Paz, la capital, donde tenían previsto manifestarse contra el gobierno autoproclamado.
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