En la década del año 2000, comenzaron las desapariciones de jóvenes civiles de la capital colombiana, el municipio de Soacha y además pueblos del departamento de Cundinamarca, los que luego aparecieron en diferentes zonas del país disfrazados como guerrilleros.
Según la Comisión de la Verdad, son registrados 6402 homicidios realizados por el Ejército colombiano con estas mismas características en todo el país, ante el reconocimiento de culpabilidad del Estado, los familiares de las víctimas sienten ante todo quieren es justicia y saber es la verdad.
El presidente Gustavo Petro, hace un llamado para que esto más nunca se repita y para que se sepa la verdad de lo que pasó, por eso acata la orden de la justicia en que lo obliga a pedir perdón en hechos que sucedieron en el Gobierno del Expresidente, Alvaro Uribe Vélez.
Los familiares de las víctimas saben que la garantía para que esta barbarie no se repita, es que todos los dirigentes de cuando se cometieron estos hechos, en cabeza de quien era en ese momento el presidente Colombia, Alvaro Uribe, pidan perdón y reconozcan su responsabilidad ya sea por acción u omisión, cosa que el exmandatario no ha hecho.
Álvaro Altamiranda, Bogotá
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