El evento reunió a delegaciones de 25 países caribeños y altos funcionarios regionales. Bajo el lema “Unidos por la vida: hacia un Gran Caribe más sostenible”, el encuentro buscó fortalecer la integración y cooperación en la región. Aunque el presidente colombiano Gustavo Petro no asistió por “fuerza mayor”, su mensaje fue leído por la canciller Laura Sarabia, quien destacó el compromiso de Colombia con la integración regional y la soberanía caribeña sobre el mar y sus recursos naturales.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, recibió la presidencia pro tempore de la AEC y enfatizó el compromiso de su país con el desarrollo sostenible, la integración regional y la defensa de la soberanía sobre el Canal de Panamá, administrado neutralmente desde 1999.
Mulino también propuso una agenda común sobre migración que equilibre seguridad y solidaridad. Por su parte, el canciller venezolano, Yvan Gil, destacó la importancia de este foro como un espacio nacido de la urgencia de los pueblos latinoamericanos y caribeños por trabajar unidos, en una región que, según dijo, siempre ha sido vista como “un patio trasero”.
Asimismo, el canciller venezolano, llamó a debatir sobre un nuevo orden mundial justo que proteja los valores establecidos en la Carta de Naciones Unidas. La cumbre formó parte de la Semana del Gran Caribe, que incluyó foros empresariales y conferencias en Cartagena y Montería. Los temas centrales fueron la integración económica, conectividad regional, transformación digital, justicia climática, protección del mar Caribe y economía azul, con el objetivo de posicionar al Gran Caribe como un actor clave en la gobernanza global y en la construcción de un orden multipolar más equilibrado.
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