“Espero que los militares continúen vigilantes ante las posibles provocaciones” por parte del país norcoreano, ha recalcado la mandataria de Corea del Sur en una reunión mantenida con el ministro surcoreano de Defensa, Han Min-koo.
Espero que los militares continúen vigilante ante las posibles provocaciones”, ha reiterado la mandataria de Corea del Sur.
La mandataria surcoreana ha hecho referencia a las tensiones existentes entre los Gobierno de Seúl y Pyongyang desde hace décadas para luego afirmar que Corea del Sur debe mantener su postura disuasiva ante el país vecino.
Por su parte, Han Min-koo ha advertido a las autoridades de Pyongyung respecto a cualquier provocación que amenace la seguridad del territorio.
Las autoridades norcoreanas, ha aseverado Han Min-koo, han de estar conscientes de que en el caso de llevar a cabo cualquier ofensiva contra Corea del Sur se enfrentarán a una “represalia decidida”.
De igual manera, ha ordenado a los militares surcoreanos que le hagan pagar al enemigo "un precio amargo" por cualquier "provocación temeraria”.
"Debemos conseguir que Corea del Norte se dé cuenta de que no puede alcanzar ningún fin con provocaciones y amenazas", ha precisado el ministro de Defensa de Corea del Sur.
Corea del Norte y Corea del Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-1953), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo, razón por la que más de 2 millones de uniformados, entre ellos 28.500 soldados estadounidenses, están desplegados en la fuertemente militarizada frontera entre ambos países.
Las relaciones entre ambas Coreas empeoraron bruscamente cuando en marzo de 2010 se hundió la corbeta Cheonan, impactada, según afirma Seúl, por un torpedo norcoreano
En la jornada de hoy, el Comité de Alto Mando de las Fuerzas Armadas ha afirmado que los soldados de Corea del Sur abrieron fuego preventivo después de que una lancha patrullera norcoreana cruzara la línea divisoria marítima.
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