• Dos mujeres musulmanas observan un escaparate en París, capital de Francia.
Publicada: sábado, 21 de mayo de 2016 16:14
Actualizada: martes, 9 de mayo de 2017 13:51

El Reino Unido, Alemania y Francia abren sus mercados a las entidades basadas en la sharía (ley) islámica, para satisfacer la comunidad musulmana que crece con fuerza en la Unión Europea (UE).

El mapa financiero global ha desarrollado en los últimos años nuevos modelos poco conocidos para la gente de a pie, pero que irrumpen con fuerza en los mercados occidentales, sobre todo en Europa. Uno de esos negocios son los servicios y entidades para la comunidad musulmana.

El primer ministro británico David Cameron lo vio claro en 2013 y apostó por convertir a Londres en el principal centro financiero occidental de las llamadas finanzas islámicas. La jugada permitió a la City atraer una liquidez crítica para su supervivencia, que había quedado mermada por la crisis en Europa.

Francia y Alemania también han comenzado a apretar el paso para hacerse con ese mercado. Los funcionarios de Berlín que trabajan a marchas forzadas tramitando solicitudes de asilo y ayudas sociales a los refugiados ya se saben de memoria los números identificativos de los bancos islámicos con sede en Oriente Próximo.

También de los que se han trasladado a Europa para estar más cerca de sus clientes como el banco turco-kuwaití Kuveyt Türk, que obtuvo recientemente una licencia de la autoridad financiera alemana para abrir su primera oficina en Fráncfort. El banco tiene en la mira a los cinco millones de musulmanes que viven en Alemania.

El auge del petróleo en los 70 fue el momento clave para la inversión de capital en estas iniciativas halal (que siguen el rito islámico). Las finanzas islámicas buscan cumplir con la sharía que no solo rige el aspecto financiero sino todos los aspectos de la vida en general. Dentro de la sharía se considera inmoral pagar o recibir intereses.

En cuatro decenios, el número de instituciones financieras islámicas ha pasado de 1 en 1975 a 300, en más de 75 países. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que sus activos totales en el mundo superan los 250.000 millones de dólares y que crecen a un 15%.

 

Desde España la apuesta hacia la economía halal es otra. Los productos de alimentación o el turismo basados en la sharía—habitaciones de hotel orientadas a La Meca o menús sin rastro de cerdo— tienen mucho más tirón que los financieros, ya que Madrid aún no puede competir a esta escala con la City de Londres. "El Reino Unido ha jugado una baza importante con el capital del Golfo y va a ser difícil arrebatarle ese mercado", explica Olivia Orozco, coordinadora de Formación, Economía y Negocios de Casa Árabe de Madrid.

A pesar de los obstáculos, los ejemplos del Reino Unido, Francia o Alemania apuntan a que también en España es previsible una mayor apertura hacia las finanzas islámicas. "El Banco de España está teniendo relaciones con el Islamic Service World y parece que se interesa por el tema. Aún así, falta una mayor apuesta por parte de los financieros y los políticos".

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