"No tenemos que descartar que este crimen terrorista es un presagio de una ola de operaciones terroristas", puntualizó un comunicado oficial, emitido después de una reunión del gabinete, a la que asistió el primer ministro Tamman Salam y otros jefes de seguridad.
El gabinete se reunió para examinar la situación de seguridad y las repercusiones de dos atentados que sacudieron el lunes este país. Al principio, una serie de ataques suicidas abatieron la aldea Al-Qaa, al noreste de El Líbano y cerca de la frontera siria, la cual dejó seis muertos y 19 heridos.
No tenemos que descartar que este crimen terrorista es un presagio de una ola de operaciones terroristas", puntualizó un comunicado oficial, emitido después de una reunión del gabinete, a la que asistió el primer ministro Tamman Salam y otros jefes de seguridad.
Horas después, por la noche, otros cuatro suicidas hicieron estallar sus cinturones de explosivos en la misma aldea libanesa de mayoría cristiana, e hirieron a al menos 15 personas.
Según el comunicado del Gobierno libanés, el mencionado ataque "podría ser un indicador de una nueva etapa más agresiva de la batalla con las organizaciones terroristas, que trabajan sin descanso para infligir daño en El Líbano y para arrastrarlo en el caos y la ruina".
Para la Administración libanesa, "este asalto constituye una transformación cualitativa en la guerra que se libra por organizaciones terroristas contra El Líbano", prosiguió el texto.
A continuación, el mensaje del Gobierno libanés afirmó que las instituciones estatales están en "estado de alerta permanente", para luego solicitar a la nación libanesa que “confirme su fe absoluta” y “su confianza” en el Ejército y las fuerzas de seguridad.
#Lebanon on high alert after terrorist attacks https://t.co/u0FzFDZtlN pic.twitter.com/kfpk8CLuTu
— Al-Masdar News (@TheArabSource) June 29, 2016
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