En un comunicado emitido el domingo, Hezbolá condenó la caída política y moral del Gobierno sudanés debido a su normalización de lazos con el régimen israelí, y tachó la medida de una “traición”, paso que ya dieron con anterioridad algunos países árabes, por ejemplo, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin.
“Creemos que dar ese paso traicionero que sirve al enemigo sionista y de Estados Unidos por un precio tan bajo devendrá en la rápida caída de dicho gobierno y el honorable pueblo sudanés […] anulará tal decisión y sus efectos”, se lee en el texto.
Al-Tayyip Mustafa, presidente del partido opositor sudanés Menbar al-Salam al-Adel, ya advirtió el sábado, según la cadena Al-Mayadeen, que un Gobierno de transición, como es el caso de Sudán, no puede desde el punto de vista legal suscribir un acuerdo con el régimen de Israel.
Hezbolá, sin embargo, elogió todos los movimientos y las protestas realizadas por el pueblo sudanés y los partidos políticos del país africano en rechazo a tal medida.
La nota también reza que el establecimiento de lazos con el régimen de Tel Aviv por algunos países árabes no afectará a la voluntad del pueblo palestino y de la Resistencia en la región de Asia Occidental para rechazar cualquier normalización de relaciones con el enemigo sionista y liberar los territorios ocupados palestinos.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, principal mediador y artífice de los pactos de normalización de nexos con Israel, anunció el viernes un acuerdo similar entre Sudán y el régimen de Tel Aviv tras varias semanas de diálogos, en los que Washington desempeñó un papel crucial.
Sudán ha cometido el mismo craso error que EAU y Baréin al normalizar, bajo la presión de Gobierno de EE.UU., sus relaciones con Israel, uniéndose así a Egipto y Jordania, que establecieron nexos con el régimen usurpador en 1979 y 1994, respectivamente.
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