Cientos de personas que acompañaron esta ceremonia exigieron al Estado justicia y reparación en este caso.
Todo un pueblo caminó y acompañó a los familiares de 6 niños asesinados en 1982 por miembros del Ejército gubernamental durante una operación conocida la “Guinda de mayo”. Los restos de los menores fueron exhumados a principios de año y tras confirmar sus identidades se realizó el acto de duelo.
Una ceremonia religiosa en memoria de los niños se llevó a cabo en el norteño municipio de Arcatao, departamento de Chalatenango, mismo lugar donde fueron asesinados los menores quienes tenían entre 5 y 11 años de edad al momento de su muerte.
Los restos fueron sepultados en el Santuario de la memoria histórica de la localidad. Aunque con ello se cierra un ciclo, existen aún heridas por sanar.
Arcatao fue una de las zonas más golpeadas por la guerra civil que enfrentó al Ejército y a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), dejó un saldo de 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos. Los niños fueron las víctimas más inocentes de la guerra.
A 25 años del fin del conflicto armado persiste un Estado indolente con las víctimas. Pero esta vez el pueblo de Arcatao recordó que hay que tener presente la dignidad y la memoria como camino a la justicia y la reconciliación.
Vladimir Chamorro, San Salvador.
kmd/tas
