• El presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, y su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
Publicada: viernes, 16 de septiembre de 2016 18:21
Actualizada: sábado, 17 de septiembre de 2016 19:19

La número dos del Ejecutivo en funciones de España ha evitado pronunciarse sobre la continuidad en el Senado de Rita Barberá, acusada de corrupción.

"La titularidad del escaño no corresponde a los partidos políticos por decisión constitucional", ha recordado este viernes la vicepresidenta española en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría.

Así, la vicepresidenta ha rehusado opinar acerca de si Barberá debía renunciar al acta, tal y como pidieron la víspera gran parte de los dirigentes del Partido Popular (PP), al pertenecía Barberá hasta el miércoles, antes de ser separada por presunto blanqueo de dinero. La no separación de Barberá de su cargo de senadora también ha provocado el rechazo de otros partidos.

Titularidad del escaño no corresponde a los partidos políticos por decisión constitucional", ha indicado la vicepresidenta española en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría ha indicado que el Gobierno no tiene posiciones sobre personas que están siendo investigadas, para luego destacar que Barberá “ya no es afiliada del PP, que ha tomado sus decisiones al respecto”.

Tras preguntarle sobre el efecto que podrían tener los distintos casos de corrupción revelados recientemente —que implican a prominentes figuras del PP— sobre la posibilidad de que Mariano Rajoy forme Gobierno, Sáenz de Santamaría ha indicado que estos días se han conocido "avances" en casos de corrupción que afectan a "distintos partidos" que están "llamados a entenderse".

La vicepresidenta en funciones ha insistido también en que la corrupción "es un problema del conjunto del sistema" y que merece "una respuesta compartida, no echarse en cara unos a otros" los escándalos.

Eso pasa mientras el presidente del Gobierno español en funciones recibió el miércoles abucheos por 'corrupto' cuando estaba a punto de salir de la localidad del Pazo de Mos, en el noroeste del país. El acto recordaba otro semejante ocurrido en 2013, cuando Rajoy se colocó una pantalla ante los periodistas para evitar preguntas sobre las acusaciones de corrupción en el seno del PP, en concreto sobre su extesorero Luis Bárcenas. Los dichos y otros casos de corrupción han dado como resultado que otras formaciones políticas rechacen apoyar la investidura de Rajoy, quien el pasado agosto falló por segunda vez en formar Gobierno.

bhr/mla/nal