El Estadi Olímpic Lluís Companys se convirtió en un escenario único donde deporte y reivindicación se fundieron en una misma causa. Las 30 018 almas presentes no solo celebraron el triunfo de Catalunya por 2-1, también levantaron su voz contra el genocidio de Israel contra el pueblo palestino.
El ambiente estuvo marcado por mosaicos, pancartas y cánticos que reclamaban justicia y solidaridad. Familias enteras, jóvenes y veteranos compartieron una jornada festiva que conjugó fútbol y compromiso social, con la recaudación íntegra destinada a Gaza.
Entre goles tempraneros, actuaciones de castellers y un minuto de silencio por los futbolistas palestinos asesinados, la tarde en Montjuïc dejó imágenes de emoción, resistencia y esperanza que quedarán grabadas en la memoria colectiva.
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