En Honduras continua la llegada de ciudadanos deportados desde los Estados Unidos, miles de jóvenes que emprenden el peligroso viaje en busca de opciones laborales; son retornados a un país que no ofrece las oportunidades que necesitan sus habitantes para salir adelante en sus vidas.
El documento especifica que desde los Estados Unidos han sido repatriados a su lugar de origen más de 16 mil hondureños, mientras que México ha retornado más de 22 mil.
Según la oficina adjunta al Gobierno hondureño, un aproximado de 100 mil personas emprenden anualmente el viaje, sea a México o los Estados Unidos. Cuando estos son retornados a su país de origen, no encuentran opciones laborales.
Hasta ahora la única oferta de trabajo oficial que ha hecho el gobierno para los deportados hondureños son la inclusión en plazas de trabajo en la construcción del centro cívico gubernamental y la construcción del aeropuerto internacional en Palmerola, 70 km al norte de la capital hondureña, Tegucigalpa, pero son profesiones que no son compatibles con las labores que hacen los hondureños en países extranjeros.
Los hondureños que logran llegar a los Estados Unidos y obtienen un trabajo, envían en remesas a sus familias un total de 4 mil millones de dólares anuales, pero otros no corren con la misma suerte y se pierden en el camino.
Más de 4 mil mujeres y alrededor de 3 mil niños, conforman el ejército de hondureños que por diferentes razones intentan abandonar su país y han sido deportados.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
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