Conforme anuncian medios locales, al menos seis cohetes alcanzaron la base Zelikan, situada en la zona este la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive (norte iraquí), lo que provocó un incendio y columnas de humo.
La información precisa que después del ataque contra la instalación militar, un gran número de los aviones no tripulados (drones) circunvalaron el espacio aéreo de Nínive.
Otros reportes avisan de un ataque con 10 cohetes contra la base Sheijan, ocupada por las fuerzas turcas y ubicada en la provincia de Duhok, sita en el Kurdistán Iraquí.
Asimismo, hay informes que apuntan a un ataque cibernético contra la base de datos y los servicios de la compañía turca militar Bayraktar.
Turquía mantiene presencia militar en suelo iraquí, pese a que el Gobierno de Bagdad ha protestado en reiteradas ocasiones por la ilegalidad de este despliegue.
De hecho, Irak y Turquía llegaron en 2017 a un preacuerdo para la retirada de las fuerzas este último país; sin embargo, hasta ahora, no se ha producido ninguna acción al respecto.
En efecto, Turquía anunció la semana pasada el inicio de un nuevo operativo militar en el norte de Irak con el objetivo de contrarrestar a los milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo)—grupo que Ankara considera como terrorista—.
En reacción, Irak convocó al embajador turco por la iniciativa adoptada contra su suelo, pidiendo la retirada de todas las fuerzas turcas y el fin de “actos de provocación y violaciones inaceptables”.
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