El lunes por la tarde, horas antes de la celebración de Nochebuena, se desplomó en Puebla un helicóptero en que viajaban la gobernadora del estado, Martha Erika Alonso, y su marido y senador, Rafael Moreno Valle, ambos del derechista Partido Acción Nacional (PAN).
La tragedia ha generado enorme controversia en Puebla, donde Alonso llegó al poder tras una larga polémica electoral con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las acusaciones a López Obrador sobre un presunto atentado incendiaron las redes sociales, e importantes figuras como el expresidente Vicente Fox (2000-2006) atizaron las llamas.
“¡Exigimos una aclaración! Es difícil aceptar esta coincidencia después de una fuerte batalla democrática por Puebla”, apuntó ayer martes Fox en su cuenta de Twitter.
“Nosotros no somos represores. Luchamos por un cambio por la vía pacífica y vamos a los lograr este cambio por el camino de la concordia. Nunca jamás actuaríamos en contra de nadie”, ha dicho este miércoles López Obrador al responder a las acusaciones en su rueda de prensa matutina.
Nosotros no somos represores. Luchamos por un cambio por la vía pacífica y vamos a los lograr este cambio por el camino de la concordia. Nunca jamás actuaríamos en contra de nadie”, ha dicho el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre la tragedia aérea en el estado mexicano de Puebla, en que murieron dos políticos.
El mandatario ha reiterado, de viva voz, que ante esta “tragedia” no se ocultará “absolutamente nada”, y ha anunciado que para que no haya ninguna sospecha el Gobierno ha decidido “recurrir a una instancia independiente del extranjero, de reconocido prestigio, para que presente un dictamen”.
Carlos Morán, subsecretario de Transportes de la Secretaría mexicana de Comunicaciones y Transportes, ha hecho saber por su parte que se está buscando la participación de peritos de Canadá y de países europeos.
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