Los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos hace 88 meses, han recibido a cuentagotas resultados de la investigación para saber qué pasó con sus hijos la noche del 26 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero.
El dato más reciente: fue detenido Mateo “N”, uno de los principales generadores de violencia en el norte guerrerense y que era buscado por acusaciones de desaparición forzada y delincuencia organizada.
El vocero de los padres dice que es un avance limitado, ante más de 7 años de espera con investigaciones para saber qué pasó con los 43 jóvenes. Así lo han expresado en las marchas realizadas en la Ciudad de México (capital).
Para ellos, los padres de familia y allegados, el 2021 fue un año perdido, uno más sin saber qué ocurrió hace siete años y cuatro meses en Iguala.
Desde las primeras investigaciones enmarcadas en la llamada “verdad histórica” que armó el exprocurador Jesús Murillo Karam, hay detenidos como el exalcalde de Iguala José Luis Abarca, Felipe Rodríguez, alias “El Cepillo”, Gildardo López Astudillo, alias el “Gil” quien confesó haber participado en el ataque contra los estudiantes o Ángel Casarrubias, líder del grupo criminal “Guerreros Unidos” acusado de ordenar la desaparición de los 43 estudiantes. Son detenidos de alto perfil criminal, pero de poco han servido sus declaraciones ante la autoridad.
El caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa avanza a paso muy rápido hacia los 90 meses sin respuestas concretas para los padres de familia. Ven con tristeza el lento avance de las investigaciones.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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