El USS Gravely es un destructor con armas de alto poder. La nave patrulla el Golfo de México dentro de los límites marinos estadounidenses, pero con un mensaje de la embajada de Estados Unidos en México: es para combatir el terrorismo, tráfico de armas, drogas y migración ilegal.
La diplomacia estadounidense roza terrenos sensibles en México. El recién nombrado embajador de Estados Unidos en México Ronald Johnson, veterano del CIA y ex boina verde, dijo que no descarta acciones militares para luchar contra los carteles mexicanos, cosa que ha provocado reacciones en México. La primera, y más clara, es de la presidenta Claudia Sheinbaum, a México se le respeta.
A pesar de esta respuesta, Estados Unidos mantiene una presencia inusual en la frontera con México. Desplegó militares para levantar barreras y vigilar los pasos fronterizos más frecuentes por los migrantes, mientras que aviones de su armada vuelan cerca de las fronteras mexicanas.
El embajador estadounidense maneja un discurso ambiguo ya que dice que su primer deseo es que el combate al narco, debe ser en colaboración con las autoridades mexicanas, un punto en que los senadores, que son responsables de la política exterior mexicana, están totalmente de acuerdo.
En el Senado de la República, los legisladores dicen que México, debe tener una posición firme para evitar que Estados Unidos siga diciendo e insinuando que puede haber una incursión armada para contener a los cárteles de la droga mexicanos.
Arturo Calvillo, Ciudad de México
rfm