En una entrevista concedida a la agencia noticiera turca Anatoly, Al-Qanushi sostuvo que el grupo Salafista es un movimiento sin pensamiento que ha creado la desconfianza del pueblo hacia el Islam, además de intentar desestabilizar el país.
Al-Qanushi sostuvo que los salafistas causaron el derrocamiento tanto del Gobierno revolucionario de Hamadi Yabali como del liderado por Ali Laridi.
Los grupos opositores acusan al partido gobernante Ennahda de estar detrás del asesinato de dos figuras políticas. Sin embargo, analistas políticos sostienen que esos crímenes fueron ejecutados por salafistas con el objetivo desacreditar al Gobierno.
El 25 de julio, mataron a balazos delante de su domicilio al diputado tunecino y líder del partido opositor "Movimiento del Pueblo", Mohamad Brahmi.
Chokri Belaid, un líder opositor, fue asesinado el 6 de febrero, un hecho que desató una serie de manifestaciones en todo el país africano.
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