Bachmann, según informó el rotativo británico The Guardian, fue condenado por sus comentarios de 2014, en los que calificó a los refugiados que llegaban a Alemania de “bestias”, “escoria” y “asquerosos”, además de exigir que todos los refugiados volvieran a sus países de origen.
La fiscalía de la ciudad de Dresde, considerando las anteriores condenas de Bachmann por delitos como tráfico de drogas y robo, solicitó en un principio una pena de cárcel de siete meses, pero al final todo se ha reducido a la mencionada multa.
El juicio, que comenzó el 19 de abril, ha estado marcado por las formas desafiantes del fundador de Pegida, que se negó a declarar y ostentó una franja negra que le cubría los ojos, así como por las concentraciones, pequeñas pero ruidosas, tanto a su favor como en su contra en la puerta del juzgado.
Durante su juicio, Bachmann alegó que los comentarios racistas en su cuenta de Facebook no fueron escritos por él sino por otra persona, alegación que la fiscalía rechazó dado que no había ninguna evidencia que lo confirmara.
Fundado en octubre de 2014, Pegida ha sacado gran rendimiento del actual flujo hacia Europa de solicitantes de asilo para lanzar negros presagios sobre el futuro del continente y sumar adeptos.
La organización se vio envuelta en una serie de escándalos, lo que provocó la renuncia en masa de sus dirigentes y su posterior pérdida de influencia en el escenario político alemán.
La reputación de Pegida quedó especialmente dañada cuando en enero de 2015 Bachman publicó una fotografía donde posaba con un bigote y un peinado similares a los del antiguo dictador alemán Adolf Hitler.
hgn/nii/