• El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, ofrece un discurso en la Universidad Alame Tabatabai en Teherán, 21 de octubre de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 23 de octubre de 2019 11:15

El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, denuncia que Estados Unidos es adicto a imponer sanciones, algo que debilitará las relaciones económicas del mundo.

“En realidad, la adicción de EE.UU. a imponer sanciones, o mejor dicho al terrorismo económico, contra los pueblos de varios países miembros del Movimiento de Países No Alineados, como Cuba, Venezuela, Siria, Irán e incluso grandes poderes como China y Rusia, está debilitando la base de las relaciones económicas internacionales y pone en peligro a cientos de millones de personas y al comercio mundial”, ha enfatizado este miércoles Zarif.

En declaraciones en la reunión ministerial del Movimiento de Países No Alineados (MPNA o MNOAL) en Bakú, la capital de Azerbaiyán, Zarif ha considerado la salida de Washington del acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 —formado entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania— como uno de los factores importantes en generar caos en la región.

Tras abandonar el convenio —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— EE.UU. reimpuso sanciones contra Irán e inició una guerra económica que según el máximo diplomático persa, no solo es un “crimen deliberado” contra la humanidad, sino es una amenaza seria contra la paz y la seguridad internacionales.

Ante tal coyuntura, ha proseguido, resulta imprescindible que la comunidad internacional tome una posición integrada con el objetivo de obligar a EE.UU. a “regresar de este camino peligroso” para evitar una catástrofe mundial.

En realidad, la adicción de EE.UU. a imponer sanciones, o mejor dicho al terrorismo económico, contra los pueblos de varios países miembros del Movimiento de Países No Alineados, como Cuba, Venezuela, Siria, Irán e incluso grandes poderes como China y Rusia, está debilitando la base de las relaciones económicas internacionales y pone en peligro a cientos de millones de personas y al comercio mundial”, subraya el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.

Papel de EE.UU. en el sufrimiento de yemeníes y palestinos

En otra parte de sus declaraciones, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán ha criticado los intentos de EE.UU. para socavar la diplomacia, el multilateralismo y las cooperaciones internacionales en el todo el mundo, actos cuyas víctimas son los acuerdos internacionales, así como las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).

De acuerdo con Zarif, la región de Asia Occidental es la que sufre la mayor parte de las consecuencias de dicho comportamiento estadounidense. Por ejemplo, se ha referido al intento de Washington para hacer caso omiso al derecho de la autodeterminación de Palestina, que es uno de los destacados objetivos del MNOAL.

Este derecho está siendo ignorado por “las posiciones ilegales y peligrosas” tomadas por EE.UU. respecto a la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) y los ocupados altos del Golán así como su apoyo incondicional al régimen israelí, ha agregado.

Zarif también ha denunciado las terribles atrocidades contra el pueblo yemení por la agresión de Arabia Saudí, que cuenta con el pleno respaldo de EE.UU. Estas crueldades intensifican las tensiones y la inseguridad tanto en la región de Oriente Medio como en el resto del mundo.

Conforme ha dicho Zarif, Washington incluso traiciona a sus propios aliados y “son nuestros pueblos quienes pagan el precio de los comportamientos irresponsables de EE.UU.”. En esta línea, ha enfatizado que países del MNOAL deben tomar medidas al respecto.

Referente a este tema, ha dicho que una de estas medidas es la “Iniciativa de Paz de Ormuz” con el fin de crear una “Coalición de Esperanza”, plan propuesto por el presidente persa, Hasan Rohani, en la 74.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) el pasado septiembre.

Entre los objetivos de dicho plan se encuentran promover el diálogo, el respeto mutuo y la igualdad, respetar la soberanía y la integridad territorial de los países, suministrar la seguridad de las fronteras internacionales, encontrar resoluciones pacíficas a todas las disputas, rechazar las amenazas de coerción o el uso de la fuerza, no interferir en asuntos internos o externos de otros, y en última instancia, garantizar la seguridad energética y el libre flujo de recursos, ha puntualizado.

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