“Nuestros pactos de amistad con Tel Aviv o Haifa no nos han impedido, como ciudad, reconocer a Palestina antes que el Estado francés”, afirma Hidalgo en un artículo publicado en la primera página del diario francés Le Monde, que concluye con una llamada a una asistencia abultada.
Nuestros pactos de amistad con Tel Aviv o Haifa no nos han impedido, como ciudad, reconocer a Palestina antes que el Estado francés, afirma la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
La alcaldesa se compromete así personalmente con la celebración de un evento festivo que ha motivado un manifiesto de rechazo firmado por miles de ciudadanos, y rechazado explícitamente por el grupo comunista y del Frente de Izquierda en el Ayuntamiento, así como por el Nuevo Partido Anticomunista (NPA).
Pasado mañana, el Consistorio parisino tiene previsto realizar en los muelles del río Sena, en el centro de la capital francesa, una jornada de publicidad institucional de viajes turísticos a Tel Aviv, en una Palestina sometida desde hace 67 años al régimen de ocupación israelí.

Hidalgo mantiene en su artículo que Tel Aviv es “la primera ciudad de oposición”, frente a “la política del gobierno de Netanyahu”, y recalca que la capital francesa mantiene “sus más importantes cooperaciones descentralizadas” con las ciudades palestinas de Jericó (Ariha) y Belén (Beit Lahm).
Ante esos argumentos, el movimiento Coordinación de los Llamados a una Paz Justa en Oriente Próximo (CAPJPO, en francés) recuerda que durante la ofensiva militar israelí contra Gaza del año pasado, el ayuntamiento de Tel Aviv instaló paneles propagandísticos en los que felicitaba a los jóvenes de la ciudad por tener el mayor porcentaje de alistamiento militar.
Se desplegarán no menos de cuatro unidades de fuerzas móviles (antidisturbios y gendarmes móviles) de refuerzo el jueves en París, lo que representa más de 300 policías y gendarmes, prevé el diario conservador francés Le Figaro.
Recalca también el CAPJPO que el actual alcalde, Ron Huldai, fue piloto de aviación durante 26 años en las fuerzas de guerra israelíes, y como tal ha participado en los bombardeos de las poblaciones autóctonas árabes en El Líbano y Palestina.
Recuerda además que Tel Aviv se ha desarrollado absorbiendo a la vecina Yafa, de la cual el 95 % de los habitantes fueron violentamente expulsados en 1948 por las milicias sionistas, sin que se haya permitido hasta ahora regresar a la ciudad a sus legítimos habitantes, refugiados en el extranjero.

El NPA y numerosas asociaciones de solidaridad con la causa palestina han llamado a la movilización, el jueves, para protestar por el acto de legitimación proisraelí, que hallan especialmente ultrajante por su carácter festivo.
“Se desplegarán no menos de cuatro unidades de fuerzas móviles (antidisturbios y gendarmes móviles) de refuerzo el jueves en París, lo que representa más de 300 policías y gendarmes”, comunicaba ayer lunes el diario local Le Figaro. “El dispositivo podría aumentarse aún más”, asegura un alto responsable cuyo nombre no se menciona.
En julio del año pasado, el Ministerio del Interior galo desplegó ya cientos de agentes antidisturbios tras prohibir la celebración de manifestaciones propalestinas, mientras las fuerzas de guerra del régimen israelí bombardeaban Gaza.
La jornada propagandística fue acordada el pasado mes de mayo en un polémico viaje a Palestina ocupada de Hidalgo, para participar en un congreso que se cerró —sin protestas— con un llamado a la instauración de una red internacional de censura prosionista de Internet.
Las protestas y opiniones sobre el evento se identifican en las redes sociales de Internet con la etiqueta #TelAvivsurSeine.
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