"Hemos escuchado con regularidad las solicitudes de envío de armas extranjeras a Ucrania. La implementación de estos planes sería un factor peligroso y de provocación, capaz de complicar seriamente la situación en la zona de conflicto", declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexander Lukashevich.
Hemos escuchado con regularidad las solicitudes de envío de armas extranjeras a Ucrania. La implementación de estos planes sería un factor peligroso y de provocación, capaz de complicar seriamente la situación en la zona de conflicto, declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexander Lukashevich.
Lukashevich aseguró que todo aquel al que le interesa la paz en Ucrania debe hacer lo posible para consolidar el alto el fuego en Donbás, evitar los enfrentamientos armados, y no bombardear barrios residenciales.
Por esta razón, dijo, Rusia hace un llamamiento a la Misión de Observación Especial (MOS), para que patrulle la zona de seguridad de manera más activa, y en especial trate de disuadir y evitar actos de provocación.
Añadió que es necesario conseguir un acuerdo adicional sobre la retirada de los tanques y las armas de calibre inferior a 100 mm en el este de Ucrania, a la vez que insistió en que se garantice la verificación necesaria de este proceso por los inspectores de MOS.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, declaró el pasado 4 de octubre que EE.UU., había decidido transferir a Kiev nuevos modelos de armas "defensivas".
El acuerdo de tregua en el este de Ucrania, conocido como Minsk, se alcanzó después de que los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Francia, François Hollande; de Ucrania, Petro Poroshenko, y la canciller alemana, Angela Merkel, se comprometieran a convencer a las partes implicadas en el conflicto de Ucrania a retirar el armamento pesado de las líneas del frente.
Esta reunión fue posible, gracias a que se estableció un alto el fuego en el este de Ucrania el 1 de septiembre de 2015.
El pasado 4 de septiembre de 2015, el Kremlin denunció que el despliegue de tropas estadounidenses en Ucrania para entrenar a las fuerzas gubernamentales viola los acuerdos de Minsk que deben solucionar la crisis ucraniana.
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, en abril de 2014, las dos regiones rusófonas de Donetsk y Lugansk han sido testigo de choques mortales entre las fuerzas independentistas y el Ejército ucraniano, enfrentamientos a raíz de los cuales cerca de 8000 personas han muerto y 1,6 millones han abandonado sus hogares para escapar de la violencia.
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