Publicada: jueves, 26 de diciembre de 2024 22:32

Los cristianos en la bloqueada Franja de Gaza celebran otra Navidad en medio de la guerra genocida del régimen de Israel contra los palestinos.

Por: Alireza Akbari

El martes, el prominente pastor cristiano palestino Munther Isaac, en un sombrío mensaje del Día de Navidad, se refirió a la guerra genocida israelí en curso contra los palestinos en Gaza.

“Este año decimos, Cristo sigue bajo los escombros en Gaza”, escribió en X, anteriormente Twitter, mientras el conteo de muertos alcanzaba los 45 338, incluyendo tanto a musulmanes como a cristianos.

Sus palabras resonaron profundamente, destacando el dolor y la desesperación compartidos por los palestinos en la Franja de Gaza y en Cisjordania ocupada, especialmente desde los eventos de octubre de 2023.

“Estamos enojados, estamos destrozados. Este debería haber sido un momento de alegría. En cambio, estamos de luto, sentimos miedo”, escribió Isaac en su mensaje, que fue ampliamente compartido en X.

Isaac, quien pastorea la Iglesia Evangélica Luterana de Navidad en Belén y la Iglesia Luterana en Beit Sahour, elaboró aún más sobre el significado del nacimiento de Cristo en el contexto palestino.

“Hoy conmemoramos el nacimiento de Jesucristo... aquí en nuestra tierra en Palestina. Aquí en Palestina, vivimos bajo las condiciones más duras y difíciles. Belén (Beit Lahm) está sitiada. Jerusalén (Al-Quds) está herida. Y Gaza está siendo aniquilada”.

“Recordamos hoy que fue aquí, en esta misma ciudad, donde la Palabra se hizo carne y se convirtió en uno de nosotros... Nació como humano para solidarizarse con nosotros en nuestro sufrimiento... Nació entre aquellos bajo ocupación, para solidarizarse con los oprimidos y los reprimidos”, indicó.

 

Aparte de Isaac, Craig Mokhiber, exfuncionario de derechos humanos de la ONU y experto en derecho internacional de los derechos humanos, también compartió un conmovedor mensaje navideño en X.

“Mientras reafirmamos nuestra solidaridad continua con el pueblo de Palestina, que, desde Belén hasta Jerusalén y Gaza, sigue sufriendo bajo la bota de la opresión y los fuegos del genocidio, comprometámonos todos con la causa de la Navidad el próximo año en una Palestina libre”, añadió Mokhiber.

Anteriormente director de la oficina de Nueva York del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Mokhiber renunció a su puesto en octubre de 2023, semanas después del inicio de la guerra genocida en Gaza.

El Papa sobre el genocidio en Gaza

La devastadora situación en Gaza, junto con la campaña genocida israelí en curso, ha sido abordada por el Papa Francisco en múltiples ocasiones desde octubre del año pasado.

En su mensaje navideño anual a los líderes vaticanos el 21 de diciembre, habló de la muerte y la destrucción en Gaza, refiriéndose al ataque israelí del viernes que mató a diez miembros de una familia, incluidos siete niños, en el norte de Gaza.

“Ayer, los niños fueron bombardeados. Esto es crueldad, esto no es guerra”, comentó el Papa Francisco. “Quiero decirlo porque toca el corazón”, recalcó.

También reflexionó sobre comentarios que hizo hace casi 20 años en Buenos Aires, Argentina.

“Todos nosotros, como un modo de ejercer la humildad, aprendemos la práctica de la autoacusación, como enseñaron los antiguos maestros espirituales, particularmente Doroteo de Gaza”, adujo el líder de la Iglesia Católica.

Al describir Gaza como una “ciudad bastante antigua”, enfatizó que ahora es sinónimo de “muerte y destrucción”, un lugar donde “florecieron monasterios y santos y maestros destacados en los primeros siglos del cristianismo.”

El 17 de noviembre de 2024, instó a los líderes mundiales a escuchar “el grito del pueblo que pide paz”, reiterando su súplica de “orar por la paz”.

A principios de año, el 31 de marzo de 2024, el pontífice expresó su profunda preocupación por aquellos que sufren en todo el mundo, expresando la esperanza de que “Cristo abra un camino de paz para los pueblos devastados por la guerra en esas regiones”, mientras renovaba su apelación para garantizar “el acceso a la ayuda humanitaria” en Gaza.

La condena del Papa a la violencia fue notablemente fuerte tras un ataque israelí a la parroquia católica de la Sagrada Familia en Gaza el 17 de diciembre de 2023. El asalto cobró la vida de dos mujeres cristianas y destruyó el convento de las Misioneras de la Caridad.

Durante la oración del Angelus ese día, el Papa Francisco compartió su angustia por los informes desde Gaza, donde “los civiles desarmados son los objetivos de bombardeos y disparos”.

Condenó específicamente el ataque al complejo parroquial católico, enfatizando que albergaba “familias, niños, personas enfermas y con discapacidades, y monja.”.

“Una madre, la Sra. Nahida Khalil Anton, y su hija, Samar Kamal Anton, fueron asesinadas, y otros resultaron heridos por los tiradores mientras iban al baño”, señaló el Papa.

Nahida Boulos Anton (izda.) y su hija Samar Antoun fueron asesinadas en la Iglesia Católica Romana de la Sagrada Familia en Gaza el 16 de diciembre de 2023.

Pérdidas trágicas

En esta Navidad, casi 1000 cristianos palestinos buscan refugio en la Iglesia Ortodoxa Griega de San Porfirio y el Monasterio Latino en el centro de la ciudad de Gaza.

Entre ellos se encuentra Ramez Suhail al-Suri, un cristiano palestino de 47 años, cuya vida ha sido destrozada por la guerra genocida en curso, que ha causado estragos en el territorio costero.

Antes de la guerra genocida, Al-Suri recordó que la Navidad era una ocasión alegre para su familia —su esposa, Helen, y sus tres hijos: Suhail (14), Julie (12) y Majd (11). “Celebrábamos juntos, rodeados de felicidad y amor”, recordó.

Esa paz se vio interrumpida cuando Al-Suri y su familia huyeron a la iglesia ortodoxa poco después de que Israel lanzara su campaña genocida en Gaza en octubre de 2023.

“Sabemos que las leyes internacionales y humanitarias prohíben el bombardeo de iglesias y mezquitas”, explicó. Sin embargo, la familia pronto se dio cuenta de que “el bombardeo era aleatorio y muy violento”.

Julie, Majd y Suhail, los hijos de Ramez y Helen al-Suri, quienes fueron asesinados en el ataque aéreo de Israel a la iglesia de San Porfirio en la ciudad de Gaza, en 2022. (Ramez Al-Suri)

 

Sus temores se intensificaron el 17 de octubre de 2023, cuando una explosión masiva devastó el Hospital Al-Ahli, a solo 350 metros de la iglesia donde se estaban refugiendo.

“Fue un momento muy aterrador y trágico—casi 500 personas murieron”, fue citado Al-Suri por +972 Magazine. “Estábamos preocupados por este bombardeo indiscriminado, [ya que] estaba tan cerca”.

Reflexionando sobre esa noche horripilante, Al-Suri dijo: “Esa noche, pusimos a nuestros hijos en sus lugares para dormir (dentro de la iglesia) y los dejamos allí”.

Alrededor de las 8:30 p.m., hora local, un ataque aéreo israelí golpeó el edificio exterior de la iglesia, causando su colapso y matando a 18 personas, incluidos los tres hijos de Al-Suri, e hiriendo a varios otros.

“En ese momento, no podía creer lo que estaba viendo. Intenté salvar a mis hijos, pero los tres estaban en estado crítico y murieron rápidamente”, fue citado diciendo Al-Suri.

Pero solo dos días después, el 19 de octubre, la tragedia golpeó nuevamente. “Perdí toda mi vida —mi vida ahora no tiene sentido”, remarcó. “Perdí tres hijos en unos pocos segundos, y ahora su madre y yo estamos solos. Esto es lo que la guerra en Gaza me hizo”, apuntó.

Daños en la Iglesia Bautista de Gaza tras una explosión el 26 de diciembre de 2023.

Bajo fuego

La antigua comunidad cristiana en Gaza, ya repleta de sufrimiento por la devastación causada por la campaña genocida israelí, ha enfrentado una serie de tragedias devastadoras desde octubre del año pasado.

A mediados de diciembre de 2023, francotiradores israelíes mataron a Nahida Anton y su hija, Samar, en el patio de la iglesia de la Sagrada Familia, también conocida como el Monasterio Latino, en la ciudad de Gaza.

La madre y la hija estaban caminando por los terrenos de la iglesia cuando fueron disparadas fatalmente.

“Fueron asesinadas a sangre fría”, declaró el Patriarcado, responsabilizando a las fuerzas israelíes.

Según la iglesia, una fue asesinada mientras intentaba llevar a la otra a un lugar seguro, mientras que siete más resultaron heridas al apresurarse a ayudar.

Este no fue el primer ataque a santuarios cristianos en el territorio palestino asediado.

Una vista de la destrucción tras los ataques aéreos israelíes que golpearon el complejo de la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio en la ciudad de Gaza, en octubre de 2023. 

 

Anteriormente, el 19 de octubre de 2023, la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio se convirtió en el escenario de otra tragedia. Cientos de cristianos y musulmanes se habían refugiado allí cuando un ataque aéreo israelí destruyó parte de la iglesia, matando al menos a 18 personas.

Entre las víctimas estaban Yara y Viola, primas y miembros de la familia Amash.

El bombardeo de San Porfirio ocurrió solo unas semanas después del inicio de la campaña genocida del régimen israelí, que ha desplazado a miles de palestinos.

Alrededor de 1000 cristianos buscaron refugio en la iglesia de San Porfirio y en la cercana iglesia de la Sagrada Familia, esperando seguridad en medio de los bombardeos indiscriminados.

Más tarde, el 26 de diciembre de 2023, la única iglesia bautista en la Franja de Gaza, la Iglesia Bautista de Gaza, sufrió daños significativos debido a un ataque israelí.

El edificio de la iglesia fue golpeado por un proyectil de tanque israelí, causando extensos daños en el interior. Aproximadamente 70 personas de unas 15 familias se estaban refugiando dentro de la iglesia en ese momento.

 

Al-Suri, quien perdió a sus tres hijos en la guerra, es uno entre muchos cristianos en duelo en Gaza.

Su historia, junto con las trágicas muertes de Yara, Viola, Nahida y Samar, subraya la naturaleza indiscriminada de la violencia que ha devastado la antigua comunidad cristiana de Gaza.

Estos ataques, que han arrasado lugares de culto y refugio, destacan el profundo costo humano de la guerra israelí en Gaza.

Se estima que 1100 cristianos vivían entre 2,3 millones de personas en Gaza antes de octubre de 2023, y otros 50 000 en Cisjordania ocupada, notablemente en Belén y Jerusalén Este.

El régimen israelí ha destruido al menos tres iglesias en los últimos 446 días de genocidio.