Una vez más, la verdad es blanco de la violencia. El periodista palestino, Hasan Aslih, fue asesinado por el ejército israelí mientras se encontraba herido y recibiendo tratamiento dentro del Hospital Nasser, en Gaza. Hace menos de un mes, Aslih sobrevivió a un primer intento de asesinato, cuando la tienda de campaña donde se refugiaba fue atacada por fuerzas israelíes, resultando gravemente herido, pero sobreviviendo.
Pese a estar incapacitado, el ejército israelí volvió a atacarlo. Esta vez, bombardeó un edificio del Hospital Nasser, repleto de pacientes y personal médico, solo para asegurarse de su muerte. El crimen no solo arrebata la vida de un periodista que documentaba la ocupación, sino que viola todas las leyes internacionales al atacar deliberadamente una instalación médica.
Con la muerte de Hassan, ya son 215 periodistas asesinados en Gaza desde el inicio de la ofensiva israelí. La comunidad internacional guarda silencio, mientras se silencia sistemáticamente a quienes narran la verdad desde el corazón del conflicto.
Hasan Aslih no portaba un arma, sino una cámara. Su única amenaza era mostrarle al mundo lo que otros querían ocultar. Asesinar a un periodista herido dentro de un hospital no es solo un crimen de guerra; es un intento brutal por extinguir la verdad.
Huda Emad Hegazi, Gaza.
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