El subsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Asuntos Humanitarios, Tom Fletcher, denunció el viernes que Israel está reteniendo alimentos en las fronteras de Gaza, mientras la población palestina “muere de hambre”, una estrategia que las autoridades israelíes han admitido públicamente como medida de presión.
“Vemos alimentos acumulados en las fronteras sin poder entrar, mientras la población al otro lado muere de hambre, y escuchamos a ministros israelíes decir que esto es para presionar a la población de Gaza”, lamentó durante una entrevista concedida con la agencia británica de noticias BBC.
De acuerdo con Fletcher, “emplear la comida como arma constituye un crimen de guerra según el derecho internacional”, aunque señaló que serán los tribunales y la historia los que tendrán la última palabra al respecto.
ONU advierte a Israel contra desplazamiento forzado de palestinos de Gaza
En otra parte de sus declaraciones, el alto funcionario de la ONU advirtió a Israel contra del desplazamiento forzado de palestinos desde Gaza. Al referirse a las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobre sus planes de “tomar control de toda” la Franja de Gaza, Fletcher le instó a garantizar que “este lenguaje, y en última instancia, esta política... de desplazamiento forzado, no se lleve a cabo”.
En los últimos días, varios palestinos que buscaban ayuda humanitaria han sido asesinadas por fuerzas israelíes al intentar llegar a un punto de distribución de ayuda al oeste de Rafah, en el sur de la asediada Franja de Gaza, bajo el mecanismo de coordinación entre Estados Unidos e Israel.
Las agencias internacionales de ayuda ya han advertido que los planes de Israel para controlar la distribución de ayuda en Gaza —incluida la propuesta respaldada por EE.UU.— solo agravarán el sufrimiento en el devastado territorio palestino.
Desde que comenzó el genocidio en la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023, el régimen de Israel ha intensificado sus crímenes para anexarse Cisjordania, particularmente mediante demoliciones, el desplazamiento de palestinos y la expansión de asentamientos.
El régimen israelí bloqueó toda la entrada de ayuda humanitaria a Gaza el 2 de marzo, antes de reanudar su campaña de genocidio el 18 de marzo, tras el fracaso de las negociaciones para prolongar un alto al fuego de seis semanas.
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