El contexto histórico de esta Constitución es crucial: fue promulgada tras el autogolpe del 5 de abril de 1992, en un periodo caracterizado por autoritarismo y control absoluto del poder.
La Ley 27600 eliminó su firma como símbolo de rechazo a un régimen que socavó la democracia. Desde sectores antifujimoristas del Parlamento, se cuestiona que esta restitución busque normalizar el rol de Fujimori, ignorando su condena por delitos de lesa humanidad.
En los próximos días, el Congreso revisará esta decisión, que podría marcar un periodo controvertido en la memoria democrática del país.
El Congreso peruano aprobó reinstaurar la firma de Alberto Fujimori en la Constitución de 1993, eliminada tras su destitución en 2001. La decisión reabre discusiones sobre su papel durante un régimen autoritario. Críticos advierten que esta acción minimiza sus condenas por graves delitos contra los derechos humanos, lo que genera indignación en el país.
La restitución de la firma de Fujimori en la Constitución genera más debate político que legal. Aunque no afecta la validez, sí influye en la percepción pública y política.
La posible restitución de la firma de Fujimori en la Constitución refleja el poder continuo del fujimorismo. Sin embargo, su apoyo al actual gobierno podría desvanecerse si Dina Boluarte deja de ser útil para sus intereses.
Fujimori, condenado por lesa humanidad y corrupción, falleció el 11 de septiembre a los 86 años, tras la restitución de su indulto por el Tribunal Constitucional.
Aarón Rodríguez, Lima.
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