“El régimen de los Al Saud exhumó a un místico en la aldea Al-Sarari (Taiz) y quemó sus huesos. ¿A qué parte del Islam es conforme este crimen? ¿Qué norma de derechos humanos lo aprueba?”, ha cuestionado el Imam del rezo del viernes de Teherán, el hoyatolislam Kazem Sediqi, en una denuncia como “hecho inhumano” de la reciente matanza perpetrada por mercenarios saudíes en Yemen.
El régimen de los Al Saud exhumó a un místico en la aldea Al-Sarari (Taiz) y quemó sus huesos. ¿A qué parte del Islam es conforme este crimen? ¿Qué norma de derechos humanos lo aprueba?”, cuestiona el Imam del rezo del viernes de Teherán, el hoyatolislam Kazem Sediqi.
Pasando a la situación en otro de los países vecinos de Irán, el hoyatolislam Sediqi ha denunciado la represión ejercida por el régimen de los Al Jalifa contra los ulemas, los activistas pro derechos humanos y, de hecho, todo ciudadano que pida reformas en Baréin. “En Baréin somos testigos de los peores comportamientos posibles con los jóvenes y con el pueblo, que ni llevan armas ni han provocado incendio alguno en ningún lugar”, ha agregado.
En concreto, Sediqi ha protestado por la detención y revocación de nacionalidad del sheij Isa Ahmad Qasem, destacado opositor bareiní, por parte del régimen de Manama; “hechos que atentan contra las normas internacionales y contra el Islam”, ha dicho el clérigo persa, que, no soportará la nación bareiní y que “acercarán a la mencionada monarquía a su fin”.
La retirada de la ciudadanía al sheij Qasem se produce en el marco de la tensa situación que se vive en Baréin desde 2011, y que ha empeorado en los últimos días por la decisión del régimen de los Al Jalifa de disolver a Al-Wefaq, el principal partido opositor del país.
Hablando después sobre Afganistán, el clérigo persa ha lamentado que ni las autoridades de Kabul ni las organizaciones internacionales “hayan asumido sus fallos” a la hora de crear estabilidad y paz para la nación afgana. Se refería Sediqie a las explosiones del sábado en la capital, Kabul —reivindicadas por el grupo terrorista EIIL (Daesh en árabe)—, que dejaron al menos 80 muertos y más de 231 heridos.
Es de mencionar que desde que la agrupación terrorista Daesh amplió su radio de acción a Afganistán, tras Irak y Siria, la inseguridad ha aumentado en el país asiático, probando la esterilidad de más de una década de presencia militar extranjera liderada por Estados Unidos con el pretexto de combatir el terrorismo.
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