En reacción a las sanciones declaradas el miércoles contra el ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli, y distintos comandantes y funcionarios de la Fuerza Disciplinaria de la República Islámica, el portavoz de la Cancillería iraní, Seyed Abás Musavi, ha subrayado este jueves que la medida coercitiva refleja “la debilidad” y “la desesperación” de las autoridades estadounidenses.
La decisión de Estados Unidos de imponer “a ciegas” nuevas sanciones, de acuerdo con el diplomático, fue tomada, basándose en “los constantes delirios de EE.UU.” y en el asesoramiento de sus “asesores novatos”, para compensar el fracaso ante “la voluntad de hierro” de la nación iraní.
“Incluir nombres de entidades y altas autoridades del país en una lista negra muestra la ineficiencia total de las sanciones que ha impuesto EE.UU., pues, ahora está obligado a extender su régimen de sanciones a las entidades no económicas y civiles”, ha denunciado Musavi.
Además, el diplomático ha hecho notar que las sanciones más recientes también “violan flagrantemente” la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), aprobada en 2015.
Al destacar que EE.UU. “es adicto a sancionar a Irán”, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ha añadido que tal conducta de Washington atenta contra el orden y el derecho internacional.
Ante tal coyuntura, ha pedido a la comunidad internacional que actúe ante las violaciones de la misma índole de la Casa Blanca.
Al respecto, Abás Ali Kadjodayi, portavoz del Consejo de Guardianes del país persa, en un tuit publicado ese mismo miércoles afirmó que el presidente de EE.UU., Donald Trump, debería saber que este tipo de sanciones “no pueden incidir la firma voluntad del pueblo a luchar contra las políticas hostiles de EE.UU.”
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