El embajador permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, hizo el comentario el lunes en una carta al secretario general del organismo, Antonio Guterres, y al presidente rotatorio del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
El enviado iraní envió esta misiva en respuesta a una carta anterior del enviado del régimen israelí al organismo mundial, alegando que el lanzamiento por parte de Irán del satélite Nur 3 (Luz, en español) utilizando el vehículo de lanzamiento espacial (SLV, por sus siglas en inglés) Qased (Mensajero, en español) el 27 de septiembre de 2023 violaba la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU.
“El reclamo en la carta es completamente infundado ya que Irán nunca ha realizado ninguna actividad incompatible con la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad”, dijo el embajador iraní, agregando que la República Islámica “ha dejado claro, una y otra vez, que todas las actividades relacionadas con sus programas espaciales y de misiles cumplen plenamente con sus derechos legítimos según el derecho internacional”.
“Además, Irán ha sostenido constantemente que sus programas espaciales y de misiles quedan fuera del ámbito y competencia de la Resolución 2231 (del año 2015) del Consejo de Seguridad y sus anexos”, recalcó el enviado permanente de Irán ante la ONU.
De igual manera, el diplomático puso de manifiesto que la alegación infundada del régimen israelí tiene como objetivo desviar la atención de los “crímenes atroces cometidos por este régimen de apartheid contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza”.
“Acusar a Irán de actividades desestabilizadoras en la región parece no ser más que un intento desesperado por parte del régimen israelí de evadir la responsabilidad por los crímenes de guerra, el genocidio y los crímenes contra la humanidad que se han cometido y se están cometiendo en la Palestina ocupada”, remarcó.
El enviado iraní ante la ONU concluyó su carta instando a la comunidad internacional “y, en particular, al Consejo de Seguridad de la ONU, a responsabilizar al régimen israelí por estas atrocidades”.
A principios de octubre, Iravani había escrito una carta similar al jefe de la ONU y al presidente del Consejo de Seguridad después de que el Reino Unido, Alemania y Francia afirmaran en una carta a la ONU que las actividades espaciales de Irán, incluido el lanzamiento del portasatélite Qased, violaban las resoluciones del Consejo de Seguridad.
“Reiteramos, una vez más, que Irán está decidido a continuar con sus actividades relacionadas con misiles balísticos y vehículos de lanzamiento espacial, los cuales están dentro de sus derechos inherentes según el derecho internacional y son necesarios para la preservación de su seguridad y sus intereses socioeconómicos”, adujo el diplomático iraní en esa carta.
De igual modo, advirtió “contra cualquier enfoque político utilizado por ciertos países desarrollados con programas espaciales que buscan demonizar el uso de la tecnología espacial con fines pacíficos por parte de países en desarrollo bajo pretextos absurdos como preocupaciones de proliferación”.
Irán afirma que “todas las restricciones injustamente impuestas contra las actividades y transferencias relacionadas con misiles balísticos hacia/desde la República Islámica de Irán han terminado” de acuerdo con la Resolución 2231, que consagra el acuerdo nuclear de 2015 firmado por Irán y los cinco miembros permanentes del CSNU más Alemania.
En las últimas cuatro décadas, la República Islámica ha alcanzado destacados logros en el sector de la tecnología espacial a pesar de las sanciones unilaterales impuestas en su contra por Estados Unidos.
De hecho, Irán ya es una de las 11 naciones del mundo capaz de diseñar, fabricar y lanzar satélites al espacio, y la única nación en la región de Asia Occidental que ha experimentado un desarrollo en el campo de la fabricación de lanzadores de satélites.
Teherán asegura que su desarrollo del programa espacial y las investigaciones al respecto son “actividades pacíficas” y se basa en una doctrina de defensa y no representa amenaza alguna para otros países.
hnb
