“La discapacidad de las tecnologías del régimen sionista en diversas dimensiones quedó al descubierto durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, lo que significa la erosión del ejército del régimen usurpador”, declaró el comandante adjunto del Ejército para Asuntos de Coordinación, el contralmirante Habibolá Sayari, en una ceremonia celebrada el miércoles en Teherán, la capital iraní.
Sayari afirmó que la Tormenta Al-Aqsa expuso los aspectos abiertos y encubiertos de la cooperación militar entre el régimen de Israel y sus aliados, enfatizando que esta operación histórico hizo añicos el llamado mito de invencibilidad del régimen de Tel Aviv.
El alto comandante iraní puso de manifiesto que la Tormenta Al-Aqsa reactivó la cuestión palestina y eso es uno de los principales logros de esta operación.
Esta operación y la conmoción resultante atestiguaron el hecho de que el régimen sionista no cuenta con el ejército más poderoso en la región. El mundo entero también fue testigo de cómo (el ejército israelí) sufrió frente a los combatientes de la Resistencia [libanesa] de Hezbolá”, señaló Sayari.
Asimismo, el alto militar iraní recalcó que la guerra en Gaza obligó a Israel a entablar conversaciones a través de mediadores con el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), que sirve como uno de los principales componentes del Eje de Resistencia, y buscar un alto el fuego.
Israel emprendió una guerra genocidio contra la población en la Franja de Gaza. Según los últimos informes, se reporta un mínimo de 15 000 palestinos muertos, incluyendo a 6000 niños, como resultado del conflicto.
Casi siete semanas después del inicio de la masacre israelí contra la población de Gaza, el régimen de Tel Aviv y HAMAS acordaron una tregua temporal de cuatro días que se prorrogó el lunes por otros dos días, y la madrugada de este jueves, a unos quince minutos antes de que expire el tiempo concretado, las dos partes acordaron extenderla un día más.
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