El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abás Araqchi, hizo esta afirmación el viernes durante una visita a la familia del general de brigada Amir Ali Hayizade, comandante de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), que fue martirizado durante la guerra iniciada por el régimen israelí el 13 de junio.
“El poder de defensa antimisiles de Irán obligó al enemigo sionista a solicitar un alto el fuego”, subrayó Araqchi en la reunión con los deudos del mártir Hayizade, en referencia a la propuesta israelí para detener la guerra, ante su impotencia para contener los ataques de represalia de Irán sobre los territorios ocupados.
El alto diplomático iraní aseguró que, tras la guerra, ha quedado demostrado que “la bandera de la estima y la fuerza de nuestro querido Irán nunca caerá al suelo. El camino para garantizar la dignidad, la independencia y la seguridad de Irán continuará con una determinación inquebrantable”, remarcó.
La misma jornada, en que se conmemoró el 40º día desde el martirio de Hayizade y otros altos comandantes iraníes, el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, consideró que, aunque la nación iraní sufrió “una pérdida dolorosa”, “el enemigo necio y miope no logró su objetivo”.
Asimismo, dejó en claro que “el futuro demostrará que tanto el movimiento militar como el científico avanzarán con mayor ímpetu que antes hacia horizontes elevados”.
El 13 de junio, Israel inició una agresión sin motivo contra el país persa, atacando instalaciones militares, nucleares y civiles en Teherán y otras ciudades, lo que dejó 1100 muertos. A los ataques israelíes se unió una semana después Estados Unidos, bombardeando tres sitios nucleares iraníes.
Irán respondió lanzando cientos de misiles balísticos y drones contra objetivos estratégicos israelíes en los territorios ocupados en el marco de la operación sin precedentes ‘Verdadera Promesa III’, y un ataque de represalia contra la mayor base estadounidense en la región, lo que logró detener el asalto ilegal e imponer un alto el fuego a los agresores el 24 de junio.
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