En Chile, diversos sectores de la política no remunerada, alzan sus voces para rechazar los casos que enlodan a la derecha, en el caso Penta, y al oficialismo, en el escándalo, Caval.
Estos escándalos incluso han motivado propuestas de movilización, para exigir justicia y respuestas hacia una ciudadanía cansada con este tipo de fraudes y engaños.
La ambición de los grandes grupos económicos en Chile, es tradicional. No obstante, sólo ahora se viene a confirmar su magnitud y daño.
A pesar de que el Servicio de Impuestos Internos ha hecho entrega de una cuestionada información a la Fiscalía, para indagar los vínculos desde la Sociedad Química y Minera de Chile, SOQUIMICH con el caso Penta, la tardía del traspaso provoca suspicacias de intervencionismo desde el Gobierno.
El electorado chileno deberá decidir en la próxima contienda si continúan estas malas prácticas, y en definitiva, a quiénes les darán carta blanca para dirigir al país.
Manuel Arismendi, Temuco.
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