Ha llegado la noche de Yalda, una de las tradiciones iraníes más famosas y antiguas que da la bienvenida al invierno, una festividad milenaria en la que el pueblo permanece en vela durante la noche más larga y oscura del año, un homenaje a la victoria de la luz sobre la oscuridad.
Es costumbre celebrar esta fiesta entre familiares y amigos, comiendo sandías, granadas, frutos secos y, además, leyendo poemas del gran poeta persa, Hafez.
Así sería la típica celebración de la noche más larga del año para los iraníes. Pero este año, esta fiesta, como otros aspectos de nuestra vida social, está afectada por la pandemia del Coronavirus.
Este año, la festividad antigua de Yalda ha coincidido con el día nacional del enfermero. El ministro de Salud iraní, Said Namaki, en una ceremonia para elogiar los esfuerzos de este personal sanitario, llamó a los iraníes a mantener la distancia social para así ayudar a los enfermeros.
Las autoridades aconsejan que la mejor manera para protegerse del virus es quedarse en casa, por lo que han impuesto una serie de limitaciones al tráfico en estos dos días.
Maryam Saidi, Teherán.
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