En una conferencia de prensa, el máximo diplomático ruso señaló el sábado que mucha gente cree que el asesinato del secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, por parte de Israel tuvo como objetivo provocar a Irán y a Estados Unidos “para desencadenar una guerra en toda la región”.
El asesinato del líder de Hezbolá “no fue simplemente un asesinato político. Es un acto muy cínico”, enfatizó.
Lavrov precisó que los dirigentes iraníes se están comportando de manera extremadamente responsable, como es necesario. “Es algo de lo que deberíamos tomar debida nota”, acentuó.
Para Lavrov, Estados Unidos probablemente también estuvo al tanto de los planes de las fuerzas del régimen israelí para lanzar un “ataque terrorista” contra El Líbano utilizando dispositivos de comunicación.
El canciller ruso se refería a los ataques del 17 y 18 de septiembre en que el régimen israelí hizo que explotaran dispositivos de comunicacion en El Líbano causando decenas de muertos y miles de heridos.
Al respecto, sostuvo que la complejidad del ataque y la filtración de detalles a los medios occidentales indican la posible complicidad de Washington en la operación terrorista.
En su intervención en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU del viernes, Lavrov advirtió de que la región de Asia Occidental “está una vez más al borde de una gran guerra”, y pidió esfuerzos diplomáticos activos para prevenir el “escenario más catastrófico”.
El viernes, el líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, cayó mártir en un ataque aéreo que llevó a cabo el régimen sionista contra un barrio, en el sur de Beirut, capital de El Líbano.
El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha afirmado que el legado de décadas de Seyed Hasan Nasralá permanecerá por siempre, enfatizando que golpes de la Resistencia al régimen ocupante serán aún más contundentes.
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