• Abu Muhamad al-Golani, presidente de facto de Siria.
Publicada: domingo, 1 de junio de 2025 2:58

El gobernante ‘de facto’ de Siria, Abu Mohammad al-Golani, reitera su disposición de estrechar lazos con Israel, pese a los ataques israelíes contra el país árabe.

El líder de la alianza gobernante Hayat Tahrir al-Sham (HTS) ha dicho que Siria y el régimen de Tel Aviv tienen “enemigos comunes” y pueden desempeñar un papel importante en la seguridad regional.

“La era de los bombardeos interminables de ojo por ojo debe terminar. Ninguna nación prospera cuando sus cielos están llenos de miedo. La realidad es que tenemos enemigos comunes y podemos desempeñar un papel importante en la seguridad regional”, declaró Al-Golani, exlíder de Al-Qaeda, al Jewish Journal, una publicación con sede en Los Ángeles.

Las declaraciones del presidente de facto se producen en medio de informes en medios occidentales que indican que funcionarios israelíes y sirios han mantenido conversaciones cara a cara durante las últimas semanas con el objetivo de normalizar relaciones.

Tras la caída del gobierno del presidente Bashar al-Asad en diciembre, y el posterior control de amplias zonas de Siria por parte de grupos armados extremistas liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Israel destruyó rápidamente la capacidad militar del país y ocupó extensos territorios en los altos del Golán, Quneitra y Daraa.

Los comentarios de Al-Golani reflejan una postura que ha mantenido desde el derrocamiento de Al-Asad, a pesar de que el régimen de Tel Aviv continúa bombardeando diversas regiones del territorio sirio.

 

Sus declaraciones se producen dos semanas después de que Estados Unidos, cumpliendo la promesa del presidente Donald Trump, levantara todas las sanciones unilaterales impuestas contra Siria.

Esta decisión se tomó tras la difusión de informes que indicaban que el nuevo régimen sirio había propuesto normalizar sus relaciones con el régimen israelí. Siguiendo los pasos de Washington, la Unión Europea también eliminó las sanciones económicas que pesaban sobre Siria y sobre el liderazgo de Hayat Tahrir al-Sham.

mep/ncl/rba