El presidente colombiano, Iván Duque, calificó el lunes, en una rueda de prensa, de “fraude” las elecciones regionales y municipales de Venezuela, celebradas el domingo, indicando que el único camino viable para unos comicios verdaderos es celebrar votación presidencial con supervisión de la comunidad internacional.
No obstante, el ministro venezolano de Asuntos Exteriores, Félix Plasencia, denunció el martes, en un mensaje emitido en Twitter, las declaraciones del jefe de Estado colombiano, a la vez que le consideró como “el farsante más grande de América Latina, cuyo legado es la traición a los acuerdos de paz y el asesinato de centenares de líderes sociales”.
Asimismo, llamó al “señor Patraña” a ocupar el poco tiempo que le queda en el poder a la atención de los múltiples problemas del país que aquejan a la nación colombiana.
Las palabras del mandatario de Colombia se produjeron un día después de que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, acusara al Gobierno venezolano, presidido por Nicolás Maduro, de “privarles a los venezolanos una vez más el derecho a participar en un proceso electoral libre y justo”.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Jorge Rodríguez, dijo que la nación bolivariana dio un mensaje de democracia al mundo, al participar en tales comicios.
Washington y Bogotá lanzaron estas acusaciones contra Caracas mientras más de 300 observadores internacionales se encontraban en el país sudamericano para observar el proceso comicial, entre ellos de la Unión Europea (UE), la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Centro Carter de EE.UU. y el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela).
En este sentido, la jefa de la Misión de Observadores Electorales del bloque comunitario, Isabel Santos, destacó el mismo martes que las elecciones se han implementado “en mejores condiciones en comparación con procesos electorales anteriores” celebrados en los últimos dos décadas.
El 21 de noviembre, los venezolanos participaron en elecciones regionales en las que el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se hizo con los 20 de un total de 23 gobernaciones disputadas, además de Caracas, mientras que la oposición ganó tres estados.
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