Miles de musulmanes indignados se han congregado este lunes frente a la embajada de Francia en Yakarta, capital de Indonesia, y han exigido la expulsión inmediata del embajador galo, condenando la blasfemia del mandatario francés, Emmanuel Macron, contra su religión.
Los indonesios han deplorado la negativa de Macron a condenar las controvertidas caricaturas del Profeta del Islam, el Hazrat Muhamad (la paz sea con él), publicadas por la revista satírica gala Charlie Hebdo, bajo el pretexto de defender la libertad de expresión.
En la protesta, los activistas portaban pancartas con una caricatura diabólica del rostro del presidente francés y en las que se podía leer “Macron es el verdadero terrorista”.
Uniéndose a la protesta mundial por los controvertidos comentarios de Macron, los manifestantes del país con la mayoría musulmana más grande del mundo también han exigido que el mandatario francés presente sus disculpas a la comunidad islámica. Además, han pedido un boicot a los productos franceses, como lo han hecho varios países islámicos.
Los pueblos y los Gobiernos de países islámicos han denunciado que la libertad de expresión no implica, en absoluto, lanzar insultos a los valores del Islam y las creencias de los musulmanes, y han alertado a las autoridades galas de que están incitando al odio en el país europeo.
Ante tal coyuntura, el Parlamento Árabe (PA) ha pedido que la comunidad internacional haga frente a esta postura islamófoba y exija criminalizar la profanación del Gran Profeta.
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