Según ha comunicado el portavoz del Ejército yemení, el teniente general Yahya Sari, las unidades antiaéreas del país han vuelto a interceptar este lunes un avión de combate F-15 saudí cuando intentaba bombardear unas regiones de la provincia de Al-Yauf, en el norte del territorio árabe.
Una vez entrar en el suelo yemení, según detalla el vocero castrense, el avanzado sistema antimisiles Fater-1, de fabricación nacional, ha comenzado a disparar varios misiles tierra-aire hacia el caza saudí, lo que obligó a la nave a escapar del espacio aéreo yemení antes de realizar “actos hostiles”.
Esta nueva intercepción tiene lugar horas después de que un grupo de aviones de combate de la llamada coalición encabezada por Riad ha lanzado, en cinco ocasiones, ataques con bombas de racimo contra la provincia central de Marib, según informa la agencia oficial de noticias SABA, citando a un funcionario de seguridad yemení.
Los nuevos ataques aéreos de Arabia Saudí tienen lugar en momentos en que las fuerzas del Ejército yemení, secundadas por el movimiento popular Ansarolá, están avanzando rápidamente hacia las zonas controladas por los aliados de Riad en la provincia de Marib, rica en hidrocarburos.
El Ejército yemení, no obstante, ha advertido de que se producirán “grandes sorpresas” en las próximas jornadas si la dinastía que reina en Arabia Saudí y sus aliados no cesan los bombardeos contra su territorio.
Últimamente, las fuerzas yemeníes, que han aumentado sus capacidades militares, especialmente su poder misilístico, han derribado varios drones y han interceptado algunos aviones saudíes, demostrando así que, tras seis años de conflicto, han cambiado los derroteros de la guerra.
El pasado 14 de febrero, el Ejército yemení abatió por primera vez un avión tripulado saudí modelo Tornado, mientras realizaba misiones “hostiles” en la provincia de Al-Yauf. Este ataque dejó claro que los yemeníes han dado pasos significativos en el desarrollo de sus sistemas antiaéreos.
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