La llamada coalición que agrede Yemen desde 2015 bajo el liderazgo de Riad ha informado en un comunicado publicado este domingo sobre cuatro ataques lanzados por fuerzas yemeníes con misiles balísticos, aviones no tripulado (drones) y misiles de crucero.
La nota pone de relieve que las ofensivas yemeníes apuntaron a las profundidades del territorio saudí, causando “daños materiales a vehículos y viviendas civiles [...], pero sin pérdida de vidas”.
Según la agencia de noticias estatal saudí SPA, el ataque tuvo como objetivo una planta de desalinización de agua en la ciudad de Al-Shaqiq; las instalaciones de la petrolera Aramco, en la ciudad de Yizan; una planta de energía en Dhahran al Yanub; así como una instalación de gas en Jamis Mushait, en la provincia saudí de Asir, todos estos lugares situados en el suroeste del territorio saudí.
Además, la coalición ha alegado que sus tropas detectaron drones en el cielo e interceptaron un misil balístico que apuntaba la ciudad de Yizan.
La operación, que aún no ha sido confirmada por Yemen, se produce después de la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo —integrado por los países árabes ribereños al Golfo Pérsico— para mantener unas consultas destinadas a poner fin a la guerra saudí en Yemen.
El viernes, Muhamad Ali al-Houthi, presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, rechazó la propuesta, señalando que “Riad es una parte en la guerra, no un mediador” y enfatizó que las conversaciones para discutir una solución pacífica al conflicto en curso deberían realizarse en un país neutral.
Además, aseguró que la solución a la crisis yemení está al alcance de la mano en caso de que Riad, sus aliados y sus mercenarios takfiríes demuestren una genuina voluntad de paz.
Entre tanto, el Ejército de Yemen, apoyado por el movimiento popular Ansarolá, ha ejecutado notables avances al atacar objetivos sensibles del enemigo en represalia a la escalada de agresión y el injusto asedio que afecta, en particular, a la nación yemení.
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