Crítico del imperialismo y abierto crítico de la política exterior estadounidense, además de un ferviente defensor de Palestina.
Sus mágicos y controvertidos goles contra Inglaterra en 1986 lo convirtieron en un héroe nacional. Por razones que van más allá de la maravilla que desplegó sobre el terreno de juego.
Argentina había perdido la Guerra de las Malvinas cuatro años antes. Muchos argentinos habían muerto y se habían perdido territorios. La superioridad colonial británica se había reafirmado una vez más.
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