El asedio a los periodistas que no forman parte del blindaje mediático de los Gobiernos parece ser moneda corriente en toda Latinoamérica.
La reciente visita del presidente de México, Enrique Peña Nieto, a la capital argentina, Buenos Aires, en el mismo momento que se cumplía un año de asesinato del fotoperiodista mexicano Rubén Espinosa, reavivó el reclamo de justicia sobre otros comunicadores populares muertos a manos de la policía.
En Santiago de Chile (capital), el periodista de cadena HispanTV Leonel Retamal fue agredido por carabineros (policía militarizada) cuando realizaba una cobertura sobre una manifestación y deberá pasar por un proceso judicial.
Pero la situación en Argentina no es diferente. A mis espaldas, la redacción del periódico Tiempo Argentino, donde hace pocos días un grupo de tareas ingresó, provocando destrozos en la redacción.
Sebastián Salgado, Buenos Aires.
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