Lieberman ha señalado los repetidos discursos del régimen de Tel Aviv sobre elevar el estado de alerta, así como la vigilancia, mientras los israelíes esperan ataques de represalia de Irán y el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
“Hablar todo el día sobre la tensión máxima y la vigilancia es de hecho un logro para los iraníes, Hezbolá y el resto del Eje (de Resistencia)”, ha sostenido Lieberman, líder del partido opositor Yisrael Beiteinu, en declaraciones a la radio del ejército israelí.
De esta forma, Lieberman hace referencia a la prometida represalia de Irán contra el régimen sionista por el asesinato del jefe del Buró Político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya, mientras se encontraba de visita oficial en Teherán para asistir a la investidura del nuevo presidente persa, Masud Pezeshkian, el miércoles, 31 de julio.
Asimismo, Hezbolá ha prometido vengar la sangre de su alto comandante Fuad Shukr, quien fue asesinado el martes pasado en un ataque israelí contra un edificio residencial en los suburbios del sur de Beirut, capital libanesa.
Medios israelíes reportan que el régimen está en máxima alerta a la espera de la anunciada represalia de Irán y de Hezbolá, mientras EE.UU. se ha comprometido a nuevos despliegues defensivos en la región para proteger a su aliado.
El sábado, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán detalló en un comunicado que el ataque fue diseñado y ejecutado por el régimen sionista con el apoyo de Estados Unidos, y detalló que la “operación terrorista se llevó a cabo con un proyectil de corto alcance con una ojiva de aproximadamente 7 kilogramos, lanzado desde fuera del área de residencia de huéspedes, donde se encontraba Haniya”.
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