El lunes, el ejército israelí informó de que su aviación militar había destruido una batería de defensa antiaérea del Ejército sirio en el este de Damasco, capital siria, como represalia a un ataque contra sus aviones, que estaban realizando un vuelo de rutina en el espacio aéreo de El Líbano.
Por su parte, el Comando General de las Fuerzas Armadas sirias corroboró la agresión israelí y explicó que los aviones israelíes fueron blanco de los misiles antiaéreos sirios después de que violaran su espacio aéreo en la frontera con El Líbano.
El ataque aéreo israelí contra un objetivo militar en Siria coincidió con la visita del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, a los territorios palestinos ocupados por Israel. El titular ruso se reunió con el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, y el ministro de asuntos militares, Avigdor Lieberman, con quienes abordó la situación en la región, sobre todo, en Siria.
Sin embargo, parece que la “demostración de poder” de Israel a Rusia, que coopera con Irán y Siria, terminó en un “fracaso total”, ha recogido este martes el portal South Front.
Los medios sirios afirmaron que el Ejército sirio utilizó un misil antiaéreo S-200 contra las aeronaves israelíes. Este antiguo sistema soviético es el escudo de largo alcance más avanzado del que disponen las fuerzas sirias.
El Ministerio sirio de Defensa, de hecho, anunció que las fuerzas gubernamentales “golpearon directamente uno de los aviones, obligando a (otros aviones) a retirarse” del cielo del país. Esta versión fue desmentida por los israelíes, que no confirmaron “ningún impacto”.
Sin embargo, pocas horas después del incidente, los medios israelíes reportaron que un cazabombardero furtivo de quinta generación F-35 israelí quedó inoperante, conforme al ejército israelí, como resultado de una supuesta “colisión con aves” durante un vuelo de entrenamiento.
Los medios israelís no han podido conseguir fotos del avión de guerra para verificar “la colisión con aves”. Además, no está claro si el F-35, de fabricación estadounidense, podrá volver a volar, ya que la capa de invisibilidad del aparato ha sido dañada.
El F-35 es el avión de guerra más caro del mundo. En la actualidad, las fuerzas de guerra israelíes (IDF, por sus siglas en inglés) ya han recibido siete F-35 (de los 50 que Tel Aviv ha comprado a la compañía estadounidense Lockheed Martin). La fuerza aérea israelí espera recibir los restantes aviones en pequeños lotes en los próximos años.
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