Ya hay varios jóvenes asesinados y casos en los que la Fiscalía cierra la investigación sin indagar las muertes.
Disparar primero y luego preguntar es la lógica que se ha instalado desde que en abril del año pasado el gobierno promulgó la Ley Nain-Retamal, llamada popularmente “gatillo fácil”, que permite a los policías hacer uso de sus armas si se sienten amenazados y no ser juzgados por ello.
La cifra de personas asesinadas por carabineros no están claras. La Coordinadora por la Derogación de la Ley Nain-Retamal las estima en 30, basándose en casos de prensa. Son 7 los casos documentados. Entre ellos, los de Maximiliano Rodríguez y Tomás Pérez, dos jóvenes de 18 y 16 años de una zona popular de Santiago.
La investigación que abrió la Fiscalía en este caso es por el supuesto delito de robo, de los dos jóvenes asesinados contra el carabinero. Hasta ahora no se ha investigado el asesinato y la Fiscalía ya cerró la investigación. Es lo que intentan impedir las familias en la audiencia que se realizará el próximo 12 de noviembre en un tribunal.
Dos días después de promulgarse la ley, el 6 de abril de 2023, cayó la primera víctima. Un joven de 19 años asesinado mientras se encontraba con las manos en alto. Luego, un joven de 22 años asesinado por la espalda mientras se dirigía a comprar papas fritas para su familia y una mujer de 54 años asesinada en su propia casa durante un operativo policial, entre otros.
El gobierno progresista de Gabriel Boric ha sido el que más ha aprobado leyes represivas desde el fin de la dictadura. Leyes que incluso se han utilizado de manera retroactiva.
“Manga ancha para una policía cuestionada por organismos nacionales e internacionales por violaciones a los derechos humanos, especialmente durante el estallido social, todos crímenes que se mantienen en la impunidad”.
Beatriz Michell, HispanTV, Santiago de Chile
sbd/rba