La agencia británica Reuters informó el martes que Donald Trump, recibirá a su par chino, Xi Jinping, a principios de abril en su mansión de Florida, en el sureste de EE.UU.
El primer cara a cara entre los dos mandatarios se realiza en una situación que Estados Unidos se muestra alarmado por el cumplimiento del proyecto de la construcción de una base naval china en el norte de Yibuti, a unos kilómetros de su base militar Camp Lemonnier, la única base del Pentágono en el Cuerno de África.
Nunca hemos tenido una base, mejor dicho un competidor tan cerca… Sí, hay algunas preocupaciones muy importantes sobre la seguridad operacional, y creo que nuestra base es importante para nosotros porque no sólo la utiliza AFRICOM, sino que también CENTCOM, el Comando de Operaciones Especiales (SOCOM) y el Comando Europeo de los Militares de Estados Unidos (EUCOM)”, señaló el comandante del Mando África de EE.UU., Thomas Waldhauser.
Los medios chinos han confirmado que el proyecto va a terminar dentro de pocos meses y que servirá para apoyar las misiones logísticas contra la piratería.
No obstante, el comandante del Mando África de Estados Unidos (AFRICOM, por sus siglas en inglés), el general Thomas Waldhauser, tras haber reconocido el martes que el proyecto está en su última fase, afirmó que el centro “es una base militar”.
El alto rango militar estadounidense expresó las preocupaciones de Washington por la próxima inauguración de la base naval china y agregó que las autoridades de Estados Unidos “han hablado con el Gobierno de Yibuti sobre el tema y ellos saben cuáles son nuestras preocupaciones”.
“Nunca hemos tenido una base, mejor dicho un competidor tan cerca… Sí, hay algunas preocupaciones muy importantes sobre la seguridad operacional, y creo que nuestra base es importante para nosotros porque no sólo la utiliza AFRICOM, sino que también CENTCOM (acrónimo del Mando Central de Estados Unidos), el Comando de Operaciones Especiales (SOCOM) y el Comando Europeo de los Militares de Estados Unidos (EUCOM)”, señaló Waldhauser.
La fase de tensiones y dificultades que atraviesan los lazos bilaterales Pekín-Washington se refleja en distintas discordias políticas, militares y económicas que enfrentan a ambas partes.
Con la victoria de Trump, esta tensión bilateral se ha acentuado, ya que el presidente estadounidense acusa a China de ser responsable de la pérdida de empleos en EE.UU. y amenaza con declarar a Pekín “manipulador de divisas”, una postura que fue criticada en su día por el antecesor de Trump, Barack Obama.
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