El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, —cuyo país está indignado por la decisión de El Salvador de establecer relaciones con China a expensas de Taiwán en agosto— solicitó el miércoles en una conversación telefónica con el presidente electo salvadoreño, Nayib Bukele, cooperación para contrarrestar lo que llamó “las prácticas depredadoras” de Pekín en la región. Además, reclamó la colaboración del país latinoamericano contra Venezuela.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, ha respondido este jueves a Bolton aseverando que el gigante asiático no tiene “ninguna intención en empezar una competición geopolítica en América Latina” y que su cooperación con los países allí, incluido El Salvador, era mutuamente beneficiosa.
“Las acusaciones hechas por Estados Unidos sobre la cooperación entre China y los países de la región son totalmente infundadas e irracionales”, ha manifestado Hua en una rueda de prensa diaria.
No tenemos ninguna intención de empezar una competición geopolítica en América Latina. Las acusaciones hechas por Estados Unidos sobre la cooperación entre China y los países de la región son totalmente infundadas e irracionales”, ha manifestado la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying.
La vocera china ha defendido que las relaciones entre China y El Salvador se basan en el “respeto mutuo” y en la “no interferencia en los asuntos internos” de los países.
“Creemos que las relaciones entre China y El Salvador no deberían afectar a la normalidad de los lazos entre este último y otros Estados. Esperamos que las partes implicadas puedan entender estas relaciones de una manera abierta, inclusiva y racional”, ha zanjado Hua.
El expresidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, anunció en agosto que su país rompe toda relación diplomática con Taiwán y las abre con China, convirtiéndose de esta manera en otro país centroamericano que se adhiere a la política de “una sola China” de Pekín tras la República Dominicana, Panamá y Santo Tomé y Príncipe.
Despúes de este anuncio, el Gobierno de EE.UU., descontento por la ruptura de las relaciones San Salvador-Taipéi, acusó a China de desestabilizar la “región americana” y dijo que reevaluará lazos con el país latinoamericano.
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