Los resultados de un estudio, publicado el jueves en la revista Scientific Reports, sobre un grano del asteroide Itokawa que trajo a la Tierra la misión Hayabusa, de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial en 2010, ha revelado la presencia de agua, así como de materia orgánica tanto primitiva (no calentada) como procesada (calentada), a una distancia entre sí de diez micras o una milésima de centímetro.
Esto ha llevado a los investigadores a concluir que el Itokawa ha estado en constante evolución a lo largo de miles de millones de años mediante la incorporación de agua y materiales orgánicos de origen extraterrestre y ajeno, al igual que la Tierra.
La parte más interesante de este descubrimiento es que el Itokawa es un asteroide de tipo S, que, por lo general, contiene muy poca agua y compuestos químicos orgánicos, pero el estudio denostó que los asteroides de tipo S contienen los ingredientes básicos de la vida. Otro caso que ha sorprendido mucho a los expertos es que la composición química del agua y de las sustancias orgánicas han evolucionado con el tiempo.
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— Astrobiology (@astrobiology) March 4, 2021
“Estos descubrimientos son realmente emocionantes, ya que revelan detalles complejos de la historia de un asteroide y muestran cómo su camino de evolución es muy similar al de la Tierra prebiótica”, señaló la autora principal del estudio, Queenie Chan, de la escuela Royal Holloway de la Universidad de Londres (capital británica).
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