Bajo la supervisión de Naciones Unidas, se concluyó un proceso en que los integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron casi 9 mil armas y más de 1,7 millones de municiones de diferentes calibres.
Este armamento fue destruido para dar inicio a la reintegración de los ahora excombatientes a la vida civil y política.
En los días próximos, una segunda misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) conformada por 120 observadores internacionales sin armas empezará sus actividades para verificar el proceso de reintegración a la sociedad de los excombatientes de las FARC.
El analista internacional Víctor de Currea aborda el tema desde Bogotá, la capital de Colombia, en una entrevista con HispanTV.
akm/mkh
