Washington pidió la semana pasada al Comité del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) encargado de los embargos contra Pyongyang, que decrete “el paro inmediato de todas las transferencias de productos petroleros refinados” a Corea del Norte, bajo el argumento de que el país asiático ha rebasado ya este año las exportaciones permitidas bajo las sanciones.
En diciembre de 2017, el Consejo de Seguridad limitó la exportación de productos refinados de petróleo a Corea del Norte a 500 000 barriles por año.
Moscú y Pekín han detenido la solicitud de EE.UU., defendiendo ante el CSNU que están estudiando el caso y aun necesitan más información, de acuerdo con informes emitidos este jueves por fuentes diplomáticas.
EE.UU. envió a los otros 14 miembros del órgano internacional un documento que, según Washington, muestra las violaciones de Corea del Norte a las sanciones, al conseguir de forma ilícita petróleo mediante transferencias entre buques.
El asunto, indican las fuentes, estará a priori entre las cuestiones que este viernes discutirá el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, con los Gobiernos de Japón y Corea del Sur.
Desde 2006, la ONU ha aprobado múltiples resoluciones para aplicar sanciones económicas y diplomáticas contra Corea del Norte con el objetivo de que este país suspenda su programa nuclear y de misiles balísticos.
La propuesta estadounidense se produce en mementos en que Pyongyang y Washington se han comprometido a seguir el camino de diálogo, iniciado el pasado 12 de julio tras una histórica reunión entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jung-un, para rebajar la tensión en la península coreana.
Pyongyang ha condicionado la desnuclearización de su país a que Estados Unidos cese el antagonismo en su contra y garantice la seguridad del Estado asiático.
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