“Preocupa sobre todo el impacto humanitario negativo de esas medidas sobre la población local”, declaró el miércoles la presidenta de la Asamblea General de la ONU (AGNU), María Fernanda Espinosa, en una entrevista con la agencia rusa de noticias Sputnik.
La diplomática también lamentó la política hostil de EE.UU. hacia la mayor de las Antillas y pidió el fin del bloqueo que, desde hace 26 años, mantiene el Gobierno estadounidense para aumentar la presión a la isla.
“En momentos en que todos los Estados deben acelerar sus esfuerzos para alcanzar los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la consideración de este tema sigue siendo relevante”, advirtió Espinosa.
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Preocupa sobre todo el impacto humanitario negativo de esas medidas (de EE.UU.) sobre la población local (cubana)”, declara la presidenta de la Asamblea General de la ONU (AGNU), María Fernanda Espinosa.
Como representante de los 193 Estados miembros de la Asamblea General, Espinosa añadió que su función es servir como una suerte de “promotora y defensora del multilateralismo”.
Tras expresar su profunda creencia en los valores y principios universales consagrados en la Carta de la ONU, Espinosa dice que está convencida de que no hay otra forma de abordar los desafíos mundiales que la cooperación internacional y un orden mundial basado en el derecho internacional.
Desde 1960, los diferentes Gobiernos de Estados Unidos han impuesto un bloqueo y múltiples sanciones contra el país caribeño que le han impedido desarrollar su potencial social y económico.
Sin embargo, las sanciones estadounidenses a Cuba se han intensificado desde que en enero de 2017 asumiera la presidencia en EE.UU., Donald Trump, dejando sin efecto el acercamiento que propició su antecesor, Barack Obama.
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Washington para presionar cada vez más a Cuba y seguir su manera imperialista hacia La Habana, activó en mayo pasado el Título III de la ley Helms-Burton, que autoriza a los cubanos exiliados en EE.UU. y a las empresas de ese país a demandar a quienes se beneficiaron de las nacionalizaciones hechas tras la victoria de la Revolución Cubana en 1959.
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