El ministro de Economía y Planificación cubano, Alejandro Gil Fernández, en su cuenta de Twitter ha anunciado este viernes que el país eliminará a partir del próximo 20 de julio el gravamen al dólar estadounidense vigente desde 2004, una reclamada medida que forma parte de un plan para fomentar la reforma económica.
“Se elimina el gravamen del 10 % del dólar USD (dólar de Estados Unidos, por sus siglas en inglés) como medida que beneficia a todos, a la economía y a los ingresos familiares en dólar, a pesar del impacto socioeconómico de la pandemia de la COVID-19 (nuevo coronavirus) y el recrudecimiento del bloqueo, en particular financiero, durante esta”, indica el mensaje.
El alto funcionario cubano, asimismo, durante una comparecencia en la televisión estatal consideró el jueves esta decisión como una medida que “beneficia a todos los cubanos de dentro y fuera del país”, lo que se debe a las sanciones por parte de EE.UU.
Al respecto, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó el mismo jueves que “todo lo que se hace es para salvar al país” y ha calificado de “malintencionados” esos rumores que “buscan alimentar el descontento”.
El mandatario, asimismo, arremetió contra el “imperio de Washington”, aseverando que la isla está “en un campo de batalla”, contra las personas que “buscan desmontar el programa económico y social de la Revolución”.
El Gobierno del país caribeño además anunció que próximamente comercializarán paquetes para el turismo nacional y trabajarán en el diseño de pequeñas y micro empresas, estatales y privadas, así como en la participación de la inversión extranjera en la producción de alimentos.
El Gobierno cubano impuso en 2004 un gravamen del 10 por ciento a los dólares estadounidenses en efectivo que ingresaran al sistema bancario nacional, en respuesta a las restricciones de las sanciones estadounidense que aún son vigentes.
A pesar de que, muchos Estados, figuras y organismos internacionales han exigido a Washington que ponga fin a sus embargos contra Cuba, la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha desoído todas y cada una de estas llamadas, e incluso ha aprobado nuevas sanciones en este periodo, lo que, además de amenazar la seguridad mundial, demuestra su catadura moral.
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